De titulares y aumentos...

Hay quienes opinan sobre lo que hacen los otros a partir de leer un título en el diario. No saben, o pretenden no saber, que cualquier medio refleja en los títulos su postura editorial. Son, en el fondo, pavotes útiles al propósito mediático. La nota del diario “Puntal” (http://www.puntal.com.ar/notiPortal.php?id=146441) sobre la decisión del Concejo Deliberante de aprobar un incremento a las tarifas de taxis y remises está bastante bien. Pero el título es engañoso. Porque el aumento del 44% regirá recién en diciembre y porque fue rechazado de plano por la oposición justicialista. Ojo: el autor del artículo tiene espacios que llenar y es probable que no pueda en él desarrollar todas las ideas puestas en debate. Pero como están los salamines que sólo leen el título, sin animo de contradecirlo, me veo obligado a aclarar cual fue nuestra postura.

Para la mayoría del bloque, el aumento que regirá desde esta semana no sólo era inevitable sino imprescindible para el sistema. Los aumentos en el GNC transformaron en estos días la actividad en deficitaria. Analizarla desde la comodidad de un ingreso altamente superior es fácil. Hacerlo junto con los propios interesados no es tan cómodo. Desde el 1 de marzo, fecha del último aumento de la tarifa, el salario promedio se incrementó en un porcentaje similar al incremento fijado para esta semana. En cambio, el GNC creció en porcentajes similares al servicio de gas natural en los domicilios.

Daniela Miranda y Mauricio Dova coincidieron en que no se puede otorgar más aumentos cuando el sistema contiene 500 vehículos de más y por cada vehículo viven entre dos y tres familias. El planteo es correcto. Igual, nos pareció que, sin una contrapropuesta que contuviera a los eventuales desplazados del sistema, acompañar esa postura era extemporáneo. Con respeto, lo planteamos: no se puede pedir que el Municipio elimine 500 chapas si uno mismo no plantea como lo haría estando en la misma situación.

Diferente fue la postura que tomamos frente a “predecir” cuando debe valer el taxi en tres meses. Me tocó argumentar en contra de ese aumento. Y plantee dos cuestiones: en primer lugar, la gallineada de los funcionarios municipales que prefieren dejar ya “todo atado” hasta el año que viene para no tener una manifestación a fin de año por un eventual relamo de “mayores costos”. Por el otro, la expectativa inflacionaria que generan estas medidas. Es cierto que los aumentos salariales son escalonados, pero aquí hablamos de un servicio público. Algunos concejales del oficialismo quieren aplicar una fórmula polinómica como la que existe en la EMOS para garantizar aumentos muy superiores a la media. Nosotros no la aceptaremos. Aunque cada vez que se vote tengamos que dar explicaciones. De última, es lo que corresponde. Más allá de que los pavotes prefieran hacerle eco a los títulos del diario mientras hacen la revolución por facebook.