Cría cuervos...

A Walter Carranza (coordinador por concurso del área de Obras Publicas) le masajearon el ego dándole un cargo político. En la práctica, le dejaron el manejo de los microemprendimientos de los trabajadores municipales en materia de obras públicas. El resultado estaba cantado. Con el uso discrecional de los "micro", Carranza se aseguró la reelección en el gremio. Pero luego cayó Méndez y preguntó lo que veníamos preguntando nosotros desde hacía años: ¿por qué algunos trabajadores municipales cobraban por hacer fuera de horario un trabajo que bien podía (y debía) completarse en su horario laboral?

La respuesta es tan obvia que ni vale la pena escribirla. Ahora, el "romance" se quebró. Carranza va por la CGT y no quiere sombras en su frente interno. Mientras la ciudad observa azorada a dos funcionarios del mismo gobierno y de la misma área acusándose de todo, los servicios que se prestan son cada vez peores, las "obras de bacheo" tienen más carteles anunciándolas que pozos tapados, y algunas obras que sí valieron la pena (como la remodelación del Dispensario número 3) TARDARON EN EJECUTARSE CASI 20 MESES CUANDO SE HABÍA PROMETIDO COMPLETARLAS EN 6.

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