b) La emisión: dos, en realidad: en primer lugar, era el lugar ideal para, al menos, delinear en qué consistirá el plan de mil viviendas sociales (para quienes tengan ingresos menores a cinco mil pesos). Solo se limitó a patear para abril el anuncio. También calificó al “equilibrio fiscal” como un objetivo de su gobierno. No dijo cómo piensa hacerlo tras varios años con déficit de SU GOBIERNO.
c) Lo extraño: empezó el discurso anticipando que hablaría de temas vinculados -entre otros- a los partidos políticos. Luego, nada de nada al respecto. ¿Tomó un discurso viejo de modelo y le falló la tecla “supr”? ¿Se salteó una página? ¿Entendimos mal?
d) Lo de siempre: no menos de cinco o seis “grandes” proyectos que “se concretarán este año” ya fueron presentados de la misma manera en aperturas anteriores. Algunos datos claramente fueron calcados.
e) La contradicción eterna: insistió en la maravillosa gestión de los dispensarios municipales: ni una palabra acerca del número 3, clausurado desde que se cayera parte de la mampostería del techo sobre una camilla hace ya varios meses.
f) El aplauso: sin militantes ni clima de jornada trascendente, el único aplauso de la mañana fue para el plan de viviendas municipal. Jure leyó la mayor parte de los 75 minutos en los que hizo uso de la palabra. Como decía un amigo, más pesado que jugar al dominó con ladrillos.
g) Lo de siempre II: el intento de referirse épicamente a la idea de generar instrumentos económicos de dudosos beneficios para el Municipio. Insistió en que las “calificadoras” le dan bárbaro al municipio.(?????) El mismo discurso utiliza para referirse al Consejo Económico y Social pero, en este caso, al menos no nos toma de giles ni nos pasa las cuentas adeudadas.
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