ACTIVIDAD LEGISLATIVA (Semana 29/4 - 3/5)

Hemos pedido que el Estado recupere el rol central que le compete en la organización de los Carnavales. No hay en el proyecto una sola palabra que descalifique a ninguna entidad de bien público. Pero lo sucedido desde diciembre hasta la presentación del balance final de la Comisión Organizadora demuestra que la ordenanza vigente deja numerosas lagunas jurídicas: no señala qué sucede si los “Carnavales de Río Cuarto” dan pérdidas, qué sucede si hay irregularidades en el manejo de los recursos públicos, con qué carácter jurídico se debe constituir la Comisión Organizadora, cómo se y quienes eligen sus integrantes y qué sucede si (como sucedió) algunos criterios organizativos no cuentan con el aval de la Comisión de Seguimiento y Evaluación.

Mejor dicho, hay establecidos mecanismos (la comisión de Evaluación puede hasta suspender los desfiles) pero los criterios fijados para poder aplicarlos son absolutamente imprecisos. Por ejemplo, se habla de la posibilidad de cuestionar el “criterio artístico” seguido en la contratación de un espectáculo. Pero no se fijan objetivos precisos de los Carnavales en esa materia. Entonces, que, ¿sino el criterio personal de los integrantes de ambas comisiones puede decir si tal o cual comparsa, por ejemplo, alcanza el “nivel artístico” requerido? Por estas y otras razones proponemos una nueva Ordenanza que resguarde, en primer lugar, los objetivos de integración y promoción social de los sectores vulnerables que alentaron las primeras ediciones. Hoy la ordenanza no dice nada de ellos. Dejamos en claro un punto: los “Carnavales de Río Cuarto” cuentan con nuestro apoyo absoluto. Pero ordenar su administración y precisar sus fines es imprescindible.

Estacionar en las escuelas

El tema de la restricción al estacionamiento frente a los establecimientos educativos (proyecto presentado por la concejala Samantha David y “perfeccionado” por otro de la concejala Adriana Oviedo que deriva los recursos del plan Más y Mejor Empleo de la Nación al control del mismo) contó con mi apoyo.

En primer lugar, la restricción al estacionamiento ya existe en los lugares donde se estacionan los transportes escolares. Son muy pocos los lugares en los cuales se cumple esa norma. Autos estacionados en el lugar del transporte escolar hay por decenas en cada turno de entrada y salida en todos los colegios. Es decir, o la Ordenanza se hace cumplir o se deroga. Esto último es imposible. Aun siendo un servicio semipúblico, el de los transportes escolares es, ya, muy importante en nuestras ciudades. El deseo de cada padre de llevar hasta la puerta de la escuela a sus hijos es comprensible, pero no se puede privilegiar el incumplimiento de una norma para privilegiar el interés personal. Después de todo, las estadísticas demuestran que la mayor parte de los alumnos de las escuelas riocuartenses van a clase en colectivo o de a pie.

El incumplimiento de la norma hace que muchos terminen estacionando a doble mano y que los accidentes sean cotidianos. Hasta ahora, la mayoría han sido muy pequeños. Pero está claro que en ese caos estamos siempre a un paso de una desgracia. La idea es permitir que los transportes escolares puedan realizar su tarea sin inconvenientes, que el tránsito pueda circular normalmente y que quienes prefieran llevar a sus hijos a la escuela en auto sepan que deben hacerlo con algunos minutos más de tiempo (al final de cuentas, este es el contraargumento más fuerte a la Ordenanza), ya sea para poder estacionar en cuadras próximas o para acompañar a los chicos caminando.

Los preventores deberán completar la tarea haciendo posible el cumplimiento de la ordenanza: distinguir el problema será más fácil: toda la cuadra y no solo un sector deberán estar liberados. Seguramente habrá que ir perfeccionando el sistema (probablemente haya que instalar cámaras para suplir a los preventores en algún momento, tal vez haya que reservar lugares para motociclistas que llevan chicos o para discapacitados, todo en la misma cuadra, etc., etc.) pero hay que empezar a entender que el bien de todos está por encima de los intereses y las comodidades particulares. A propósito, el sistema ya funciona en ciudades como Córdoba y funciona bien, aunque también tuvo que resistir las mismas críticas que las que aquí se hicieron públicas.

Agua para los sectores más humildes

Tras meses de estar olvidado en algún cajón de un concejal oficialista, finalmente el Concejo aprobó el proyecto de pedirle a la EMOS que analice la posibilidad de llevar agua potable a un sector del Quintitas Golf. Ya había salido uno similar para el sector denominado barrio Trulalá. Son lugares ubicados en sectores marginales pero no tan lejanos de donde hay agua corriente. Creemos que buscar la manera de que esta gente tenga agua potable (una moderna cisterna no vendría mal) es un paso importante si se tiene en cuenta que por el número de familias que representan y, fundamentalmente, porque se trata de gente muy humilde que no puede pagar una fortuna para que le lleven el agua corriente (son obras millonarias), no resulta fácil proponer que se incluya en el presupuesto la provisión del servicio por medio de cañerías (aunque en el Trulalá hay una factibilidad técnica que podría aprovecharse). Ojalá la EMOS no mande la Resolución al cajón de los pedidos inútiles.

Defensor del Pueblo

Esta semana escucharemos a los candidatos a Defensor del Pueblo. En general, cinco buenas alternativas, cuatro de ellas ligadas, en mayor o menor medida, a la de los sectores políticos que no alcanzaron la intendencia en 2012. Lalo Mugnaini por el MID obtuvo, por último, el respaldo formal indispensable para que se analice su reelección. Reitero que el sistema me parece (desde que el radicalismo lo votó en la Convención Municipal) lamentable, aunque superador respecto del que rige en la Provincia y en la Nación (alguien sabe quiénes son los Defensores del Pueblo actuales en esos niveles???) Pero hay que respetarlo, aunque le conceda al oficialismo la potestad de elegir al que más le convenga.

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