De Las Nuevas Tarifas en los Servicios de Transporte...

Volver al trabajo. Ahora, con un cuadro tarifario nuevo en materia de servicios de transporte público. Me hago cargo de lo que me corresponde. La tarifa de taxis y remises varió del 31 de marzo al 1 de abril. No necesariamente tenemos que decir que se incrementó. En realidad, a pedido de los taxistas y de la mayor parte de los remiseros, la bajada de bandera es ahora más cara, pero la ficha cada cien metros es más económica. En la práctica, los viajes cortos valdrán más y los largos (ejemplo, desde la plaza hasta la Uni), menos.

¿Por qué se avaló el cambio? Primero, porque por primera vez en 30 años hubo una propuesta conjunta de los dos sectores. No es un dato menor en una ciudad donde los enfrentamientos llegaron a ser a puño cerrado. Y, segundo, porque esa propuesta incluye el fin de la publicidad engañosa. Al fijarse un piso para la bajada de bandera, incluso en los remises ($ 7) y establecerse que la caída de ficha debe necesariamente registrarse cada 100 metros, se evita una práctica que fue demasiado común en las últimas décadas: la de ciertas empresas de remises que ofrecían una bajada de bandera muy barata pero no te decían que su caída de ficha era cada 50 o 70 metros. Ahora, el servicio de remises (como fue originalmente pensado) debe ofrecer mejores servicios que el de taxi (puede incluso cobrarlos más), pero no competir con tarifas engañosas.

Lo del precio del boleto urbano ya es conocido por todos. Se incrementó el valor sin que se contaran con datos ciertos acerca del costo operativo del servicio. El argumento: si la empresa pidió $ 4,75 y le fijamos $ 4 a partir de septiembre, entonces hemos hecho un buen negocio para la gente. Pero ¿de dónde sacó el oficialismo que el costo del boleto debía ser de $ 4,75? De lo que dijo la empresa. Mientras, el contrato que liga a la SAT Río Cuarto con la Municipalidad sigue sin aparecer (parece que en la Muni no quedó ni una miserable copia, a pesar de que todas las ordenanzas de aumentos del boleto ser remiten a él).

Y dos breves cuestiones más: la empresa dice (ver “Telediario”) que el aumento de abril no repercute en el bolsillo de los ciudadanos porque (por falta de cambio) ya estaban cobrando $ 3,50. Lo he comprobado personalmente. Si subís a un colectivo y decís que no tenés cambio, te cobraban $ 0,25 de más. En realidad, la prestadora debe garantizar la moneda de $ 0,25 o cobrarte MENOS. De lo contrario, los $ 4 fijados para septiembre comenzarán a cobrarse (con la misma excusa y en negro) a partir de junio. Una barbaridad.

Dos: la audiencia pública para tratar el tema será recién en diciembre, cuando seguramente llegue otro pedido de aumento de la empresa. En tanto, la Municipalidad “regaló” un año sin saber si el boleto está barato, en precio o decididamente caro. Demasiado tiempo para un intendente que no empezó a gobernar en julio del año pasado sino que ya lleva casi cinco años en el cargo.

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