Evidentemente, el oficialismo prefirió victimizarse antes que admitir que las cocheras subterráneas eran un proyecto que les iba a traer más dolores de cabeza que satisfacciones. De lo contrario, no se entiende que no hayan aceptado el cambio sustancial que le pedíamos a su proyecto: qué los estudios de impacto ambiental y edilicio se llevaran a cabo antes de LA LICITACIÓN y no antes de LA ADJUDICACIÓN (como proponían ellos). En cambio, en la sesión (y sin ningún argumento técnico para fundamentarlo) bajaron de 35 a 25 años el plazo máximo de concesión. Inentendible. Cambiamos, pero no tanto.
En tanto, me permito disentir respetuosamente con Guillermo Geremía. Bajo ningún punto de vista, la mayoría de los ediles de la oposición votó contra el proyecto de cocheras subterráneas “pensando en el 2016”. Está claro que no formo parte (afortunadamente) del Club de Candidatos Desamparados. Tal vez por eso, mi palabra no tenga mayor valor. Pero, estoy convencido que, más allá de las diferencias lógicas que existen entre los ocho concejales de UPC-FPV, el oficialismo cometió innumerables errores (si es que en algún momento pretendió en serio aprobar el proyecto con nuestro apoyo).
En primer lugar, lo ató al Río Cuarto Vincula, una iniciativa en la cual no tuvimos ni tenemos ni la más mínima participación. Es más: se nos presenta como una idea vinculada casi con exclusividad a la zona céntrica, incapaz de establecer puentes reales con la periferia y su gente.
En segundo lugar, no es tan cierto que se tuvieron en cuenta todos los cambios que nosotros propusimos. Los estudios de impacto ambiental y edilicio son OBLIGATORIOS y deben realizarse antes de que se licite la obra, no antes de la adjudicación como pretendía el oficialismo. Obvio, el cambio efectuado solo les sirvió para decir que se nos había escuchado cuando en realidad todo seguía igual.
Respecto del plazo máximo de explotación de la cochera, RECIÉN EN MEDIO DE LA SESIÓN los concejales oficialistas ofrecieron bajarla de 35 a 25 años. Aunque no lo dijeron, hubo dos motivos para proponer ese cambio: a) para algunos ediles de Río Cuarto para Todos era una barbaridad avalar el plazo original. No tenían cara para votarlo; b) la propuesta se efectuó cuando ya se sabía que no íbamos a acompañar el proyecto. Es decir, se bajó el plazo de concesión sólo cuando fue imposible cambiar el destino del proyecto. Por lo tanto, lo vistieron mejor, se golpearon el pecho y chau. Votaron para la tribuna un plazo que –sabían bien- no los iba a afectar.
Un detalle: ellos creen que votaron eso. En realidad, la propuesta efectuada por Varela Geuna nunca fue incorporada formalmente al proyecto (no se votó el cambio en el despacho de comisión). Por lo tanto, aunque digan lo contrario, los ediles oficialistas terminaron siendo traicionados por su propio subconciente y votaron la concesión por hasta 35 años. Chán chán!
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