No es una cuestión meramente deportiva.
El fútbol integra y proyecta a las ciudades, las provincias y los países que intervienen en sus certámenes. Eduardo Galeano señala con sarcasmo la sorpresa que le genera ver como el fútbol es excluido de todas las “historias oficiales”, por más que sea “la pasión universal más compartida”. Hoy en muchas escuelas se “aprovecha” el Mundial para “conocer” la historia y la geografía de Bosnia-Herzogovina o la de Serbia o Nigeria. De la misma forma, miles de argentinos preguntaron por Río Cuarto a partir de las actuaciones de los clubes de la ciudad en los últimos torneos Argentinos A, B y C.
Muchas veces la trascendencia turística y económica de una región depende de las actividades deportivas de sus representantes. Articular procesos de desarrollo que combinen deporte y progreso ha sido una constante no solo en nuestro país sino en el mundo entero. Hasta las empresas más poderosas (desde Bayer hasta Altos Hornos Zapla) han articulado su crecimiento con el mayor prestigio de sus equipos. Por ello, la organización de los certámenes futbolísticos nacionales generalmente se define por razones “políticas”, entendiendo este concepto como todo aquello que implica una toma de postura sobre el espacio público.
Sin ir más lejos, la “reestructuración” del fútbol argentino parte de la idea de “federalizar” el Argentino A, incorporando a él aquellos territorios provinciales que –por la vía deportiva- aún no lo consiguieron. Pero el modo de elección de los equipos de esos territorios y la exclusión de nuevos representantes de provincias que “ya tienen” equipos en alguno de los tres campeonatos más relevantes de la AFA implica una clara discriminación hacia ciudades del interior que tienen más habitantes que muchas provincias, pero están ubicadas dentro de los límites de un Estado que –como el cordobés- agota sólo con su capital el número de participantes posibles en los nuevos certámenes afistas. No es un privilegio especial. Es evitar una discriminación absurda.
Según el Censo 2010, Río Cuarto es la vigésimo tercera ciudad de la Argentina por población, si excluimos de la lista a las ciudades que conforman el Gran Buenos Aires y que desde hace años están integradas en la llamada B Metropolitana. Para ser más claros y precisos, Río Cuarto es LA ÚNICA CIUDAD de más de 150 mil habitantes que no tendrá un representante ni siquiera en el próximo Argentino A. Además, NINGÚN EQUIPO en 200 kilómetros a la redonda tendrá esa oportunidad. Es decir, el concepto de “federalismo” impulsado por la AFA es claramente discriminatorio.
Veamos el detalle:
1. Buenos Aires (13076300)
2. Córdoba (1428214)
3. Rosario (1173533)
4. Mendoza (876884)
5. San Miguel de Tucumán (781023)
6. La Plata (694167)
7. Mar del Plata (553935)
8. Salta (512686)
9. Santa Fe (468632)
10. San Juan (447048)
11. Resistencia (387158)
12. Santiago del Estero (354692)
13. Corrientes (339067)
14. Posadas (312060)
15. San Salvador de Jujuy (305891)
16. Bahía Blanca (276546)
17. Paraná (262295)
18. Neuquén (242092)
19. Formosa (221383)
20. San Fernando del Valle de Catamarca (188812)
21. San Luis (183982)
22. La Rioja (162620)
23. Río Cuarto (153757)
24. Concordia (145210)
25. Comodoro Rivadavia (140850)
26. San Nicolás de los Arroyos (127742)
27. Santa Rosa (111424)
LOS MÉRITOS DEPORTIVOS
Los clubes de Río Cuarto no necesitan remontarse a un pasado lejano para acreditar méritos deportivos. Asociación Atlética Estudiantes llegó a la final del Argentino B y Atenas perdió por penales su ascenso a este certamen. Ambos clubes poseen estructura suficiente para participar de las categorías inmediatas superiores. Es más, hasta hace muy poco tiempo jugaban en ellas. Distinto es el caso de la ciudad de Concordia (la otra población dentro de las 25 más populosas sin representantes en el Argentino A). Su equipo acaba de ascender al Argentino B por primera vez en la historia.
Además, está claro que no basta con ser “invitados” para participar: Boxing de Santa Cruz probablemente desista de hacerlo: estaba adaptando su estructura para participar del Argentino B por primera vez cuando le llegó la “nominación”. Es obvio que no posee ni estructura ni recursos para aceptarla de un día para otro.
NO ES UNA CUESTIÓN PERSONAL
La propuesta fue avalada por todo el Concejo Deliberante de la ciudad de Río Cuarto, el cual dejó en manos del Consejo Federal la elección final del invitado, aún cuando se reconozca formalmente que todo indica que sólo Estudiantes y Atenas podrían aceptar de inmediato la invitación.
Queda claro, entonces, que hay voluntad mayoritaria en la ciudad en su conjunto de avalar esas participaciones. De hecho, las tribunas repletas de los estadios locales en la mayor parte de los partidos disputados por Estudiantes y Atenas en los últimos campeonatos federales son otra prueba de ese fervor popular.
GESTIÓN SIN COSTOS
De acuerdo con el Consejo Federal, el “no” ya lo tenemos. Pero nada impide que solicitemos desde el órgano legislativo más importante de la ciudad una reconsideración. Hemos consultado a la Liga, a los clubes e incluso a algunos allegados para saber cual puede ser la suerte de esta iniciativa. Todos coinciden en que los argumentos son concluyentes, pero que resulta muy difícil cambiar los criterios inflexibles con los cuales la AFA resuelve sus cuestiones.
Igual, queda claro que el pedido no implica gastos, sino una simple gestión. Y sienta un precedente que pueda servir de ahora en más. Gratis, no es poco.
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